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miércoles, 27 de julio de 2011

Presentación del Informe de Gestión Anual 2010 de PDVSA

Ayer tuve la oportunidad de asistir a la presentación pública del Informe de Gestión Anual de PDVSA para el año 2010. A los que me digan que la citada información debe estar en la página web de la estatal petrolera (no lo he corroborado ya que los tengo en copias físicas) y que por lo tanto un post sobre ello carece de interés, yo les diría, primero: si están en la web BAJELOS Y GUARDELOS EN LA COMPUTADORA, ya que PDVSA tiene la costumbre de quitar los documentos enseguida la gente empieza a comentarlos por los medios y segundo que lo que voy a relatar no es mi opinión sobre las 216 hojas de informe de gestión más las 248 de gestión social y medioambiental, sino de los mensajes que entre líneas percibí en las horas de presentación del Ministro Ramirez:
1.       Auditados: el Ministro recalcó que el balance de gestión ha sido auditado. Ni el Ministro de molestó en decir quiénes eran los auditores ni en la copia impresa del informe aparecen reflejados. Los balances financieros solo están refrendados por un “Informe de los Contadores Públicos Independientes”.


2.      Política Volumétrica Vs Política de Precios: el Ministro enfatizó que hoy la política de PDVSA es de Precios a diferencia de la usada por la cuarta república que era de Volúmenes. Con esto quiere decir que Venezuela prefiere producir menos pero que el costo por barril sea mayor. Con esto, aunque no lo dijo, quiso defender la disminución de la producción petrolera debida, en parte, a la disminución de la inversión en procesos productivos.

3.       Objetivos de PDVSA: El Ministro dejó bien claro que “PDVSA no busca ganancias ni lucrarse”. El objetivo de PDVSA es recaudar cada vez más para el fisco y aumentar la inversión en programas sociales. Con esto el Ministro quiso defender los niveles de ganancia actuales incoherentes si se miran los precios históricos que ha alcanzado el barril de crudo. Es importante comentar algo muy importante que el Ministro olvidó mencionar, el aporte de PDVSA a las Misiones es contabilizado APARTE del realizado al FONDEN y dado el bajo precio del barril establecido en el presupuesto y tomando en cuenta los precios actuales ese cuantioso “excedente” transferido al Fondo no ha sido ni controlado ni se le ha hecho seguimiento a las inversiones realizadas con dichos fondos.
4.       Compañía trasnacionales: el Ministro acotó que la nueva PDVSA sacó del país a las trasnacionales. Alguien pásele un diccionario al Ministro para que entienda que el resto de las compañías extranjeras (que además estaban presentes) cumplen con los requisitos para ser llamadas transnacionales.

5.       Préstamos: el Ministro dijo que PDVSA no pide prestado, que a PDVSA le dan créditos (WTF????) y que eso no es malo (¬¬). La solidez financiera de PDVSA se mide por los prestamos que instituciones serias le han hecho a la compañía… aquí discrepo bastante del ministro, ya que lo relevante en este tema son las reservas probadas, eso es lo que soporta esos créditos, del resto las ganancias o pérdidas de PDVSA no son tan significativas. Una muestra de la salud financiera de PDVSA es que la misma tenga que pagar 12% de interés para endeudarse (mientras Grecia tienen que pagar menos de 8%).



6.       PDVSA es revolucionaria, popular y nacional. Nacional porque sirve a los intereses del país (es decir el pueblo luego, Chávez es el pueblo ahhhhh ya esto tiene sentido), es revolucionaria (porque es una herramienta de la revolución para disminuir la brecha entre ricos y pobres-haciéndonos a todos pobres) y popular (porque está abierta al pueblo, que está inscrito en el PSUV claro).

7.       PDVSA no hace las políticas: es decir que los expertos petroleros no son los que determinan el rumbo de la empresa sino el Gobierno. Esto fue enfatizado variaaaassss veces.  

El Ministro dedicó la mayor parte de su discurso al enfoque político que al financiero (que era el pertinente)  y más allá del asombro que me causó la sincronización de los empleados que fueron obligados a asistir  al aplaudir y vitorear una vez hecha la señal de costumbre (una pausa por parte del orador), del gasto de papel al imprimir cientos de copias encuadernadas de los balances para personas que ni los leerán, de las innumerables ocasiones en las que nombró al Comandante Presidente y de su empeño por olvidar pronunciar las “erres”; me llamó la atención que aun hoy el ciudadano común no conoce nada de PDVSA, ninguna mención en el twitter, facebook ni mensaje de texto que indicara que la persona de a pié, conocedora de que el 70% de lo consume es pagado con petrodólares, estuviera al tanto de lo que allí pasaba.
No me vengan con cuentos, para la mayoría de los venezolanos PDVSA sigue siendo una caja negra de la que poco saben, bueno, caja roja rojita.     

miércoles, 13 de julio de 2011

Sin ideología

Un par de semanas atrás me encontraba tomando un café con un par de amigos. El Presidente todavía no había anunciado que efectivamente padecía de un cáncer maligno y los rumores iban y venían a través de las redes sociales.

Uno de los presentes dijo que el chavismo era fascismo, me opuse rotundamente y argumenté que era más parecido al nacional-socialismo que al fascismo. Después de unos minutos de debate infructuoso Nuloha (sí , tú Nu) dijo sabiamente que la clasificación de derecha o de izquierda en la política venezolana es inservible.
Le tomo la palabra a Nuloha. No solo porque me parece que las fronteras ideológicas se hacen cada día más difusas, sino también porque este gobierno se ha caracterizado por su imprecisión ideológica, la falta de principios partidistas claros y sus contradicciones en  todos los aspectos, todos menos uno: la lealtad.
El chavismo ha dicho que el Socialismo del Siglo XXI es su propuesta ideológica y por encargo se han redactado proclamas, principios y manifiestos de dicha ideología sin lograr que esta coincida 100% con la práctica real.


Así tenemos que para el chavismo es perfectamente normal estar en contra del Imperio pero usar artículos de marca, el símbolo sine qua non de la propiedad privada y del individualismo. Ya que más allá del valor de uso del artículo posee un valor psicológico, le pertenece a alguien más que al que porta la prenda y es factor diferenciador sobre productos similares. Que lleva a un chavista a entrar a las iglesias europeas y tomarse mil fotos sin siquiera pensar en los esclavos que murieron por construir dichos muros. Que hace que vayan a misa para rezar por la salud de su líder sin tomar en cuenta que, no solo “la religión es el opio del pueblo” sino que además es esa Iglesia la que vino con los españoles a América y sometió a la cultura indígena.  

El chavista es fiel al Comandante Chávez. Llora por su recuperación, le reza a lo que cree y sufre de pensar que no pueda tenerlo en un futuro. Y es lógico tener esa desesperación, es que si es Chávez el que define al enemigo, así es como señalo en el pasado a Arias Cárdenas, pero también lo absuelve. Si es Chávez quien decide cual es la versión verdadera de la historia, una “resistencia indígena” desde el 12 de octubre aunque los diarios de Colón claramente decían que los indígenas eran muy amigables (los más amigables los de Venezuela, eh), si es Chávez quien decide cual es el color oficial, dice qué días son feriados nacionales y lo que celebramos en ellos, si es Chávez quien nos dice por qué alcalde y gobernador votar y es por eso que en las campañas la imagen del candidato va de la mano con la del Presidente hasta el punto de que no hay diferencia entre votar por el Alcalde Pedrito Perez del PSUV y votar por Chávez, si es Chávez la encarnación del pueblo, la reencarnación de Bolívar (aunque en realidad Leopoldo López sea el que tiene parentesco con el Libertador). Si es Chávez el objeto del amor de los chavistas (no me digan que no que “por amor” es que le dieron su voto), si todo esto es así, ¿Cómo no sentir que sin él no hay nada?
Así que me dejaré de elucubraciones creativas donde, la verdad,  todo está muy claro: en Venezuela los seguidores de Chávez tienen una ideología: el Chavismo que se basa en un solo principio(parafraseando a Diosdado Cabello): con Chávez todo, sin Chávez Nada.