Páginas

sábado, 16 de abril de 2011

De las celebraciones "patrias" y el presupuesto nacional.


Hoy entrando al metro me encuentro con que hoy 13 de abril no se cobra pasaje por ser día de fiesta nacional.

Más allá de lo cínico que me parece que un momento político confuso, que amérita investigación a fondo (o se les olvida lo de "se le presentó la renuncia la cual aceptó", la CIA, los pistoleros, etc) y que tiene más cabos sueltos que atados sea nombrado fecha patria, me preocupo por nuestro presupuesto nacional.

Seamos sinceros, somos un país riquisimo, nadamos en el bitumen, digo PETRÓLEO, que se encuentra a metros y metros bajo nuestros pies. Lo anterior equivale a decir que somos ricos, pero no totalmente, que somos ricos porque tenemos un tesoro, pero la expedición para encontrar el lugar exacto del tesoro es costosa, tanto que aún así le estamos pidiendo prestado a los chinos desde el pico y la pala como el papel para imprimir el mapa...







A pesar de todo eso, vamos y le prestamos a los primos -Petrocaribe- y celebramos cuánta fecha personalista podemos ubicar en el calendario. Nuestro presidente organiza desfiles y demostraciones aéreas -en las que cada vuelo es tan costoso que nuestros graduados de pilotos de la fueza aérea en su mayoría no han realizado el primer vuelo- y se trae a Manú Chao para un concierto gratis. Manda a imprimir miles de hojas de "escritores críticos" y reparte folletos en la calle con una que otra consigna comunista.

Como ciudadana que paga el IVA me pregunto desde cuando el presidente tiene la potestad de hacernos "regalitos" cada vez que se inventa un nuevo cumpleaños. Me pregunto de donde sacará el dinero para realizar el mantenimiento que el metro de Caracas esta pidiendo a gritos con sus vagones sin aire y unos sin luz.











Le agradezco al Presidente por ser tan magnanimo en ahorrarme 500 bs o 0,5 BsF el día de hoy, lo cual se traduce en  un par de millones, que, nos cuestan como país unos barrilitos, pero como me gustaría que me ahorrara el mal rato que tengo que pasar en las mañanas cada vez que hay retraso en el metro(que vamos, es el estado natural del servicio) y cada vez que me meto en un vagón en donde el aire no funciona.

lunes, 11 de abril de 2011

De la Real Polítk y las relaciones interpersonales.

El realismo no es mi teoría de las relaciones internacionales preferida. Usualmente tiendo por pensar en enfoques más cooperativos incluso cuando su aplicación sea un poco complicada. Normalmente creo que el ser humano tiene una naturaleza antropológicamente positiva y que prefiere la paz a la guerra. Sin embargo, desde hace un par de semanas he constatado que este enfoque teórico es útil y ayuda a explicar las interacciones que se dan en una familia.

Los hermanos como los países en el sistema internacional son diferentes y tienen también diferentes potencialidades y recursos. Los hermanos son iguales y necesitan por lo general a un árbitro imparcial que ayude a regular sus relaciones, hasta allí todo chévere.

Lo complicado es cuando el árbitro, al igual que la ONU, depende de la soberanía que los hermanos seden y de los aportes presupuestarios de los mismos para que la Organización siga funcionando. Las decisiones de la Organización dejan de ser vinculantes pasados los años y la voluntad política de cada uno es lo que hace posible suscribir acuerdos y resoluciones, así como su observancia.

Los hermanos se mueven por intereses y siempre hay uno que cree que tienen el derecho de velar por la seguridad mundial, limita a los demás en cuanto a desarrollo de armas de destrucción masiva y pretende tener la moral para criticar las relaciones de los otros Estados con la Organización. Este Estado se la lleva muy bien con la Organización a menos que la Organización lo señale por usar el poder de manera indiscriminada.

Están también los Estados productores de materias primas del tercer mundo, con voces "débiles" y que bailan al son que le toquen. Cuando estos Estados se rebelan el día a día en la Organización es cada vez más complicado.

Tenemos también a los no alineados, esos hermanos que son como Suiza, que viven felices en sus burbujas y que, normalmente, no toman partido. Son los que desempatan la aprobación o el rechazo de las resoluciones hasta que un hermano patea la mesa y amenaza con irse de la ONU, expulsar al otro o fundar una nueva Organización.

Es difícil ser un no alineado sobre todo cuando el venderle petróleo a un hermano, implica aceptar sus parámetros conductuales.

Como en la ONU, creo que en la vida los padres tienen un papel determinante en el diálogo entre hermanos y, como en la ONU, creo que un mecanismo debe ser creado para que las decisiones no se queden en un papel engavetadas en un archivo cualquiera sin ser cumplidas o ratificadas.

Creo también que los hermanos, como los Estados, necesitan un límite a sus propias libertades, ya que el poder absoluto corrompe absolutamente.

La Organización también debe tener cuidado de la manera en la cual emite sus recomendaciones y qué principios toma como bandera para su actuación, ya que la parcialización de su criterio generaría descontentos y pérdida de credibilidad.

A veces creo que las Organizaciones que nacen como integración económica -y que por lo tanto generan sanciones y ventajas económicas y que utilizan normalmente el principio de la nación más favorecida- tienen más capacidad de conquistar logros en otros campos más allá del económico. Por eso creo que en un principio la tutela económica de los padres puede ser usada como uno de los mecanismos de enseñanza en la edad temprana de los niños.  

Me gustaría creer en el ámbito personal que ante la existencia de conflictos los hermanos buscarán la cooperación, sin embargo creo que en algunas Organizaciones eso no es posible sin un pasado común consolidado y sin una educación que, utilizando en un inicio mecanismos coercitivos, prepondere la cooperación y sus virtudes sobre los intereses personales.