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sábado, 10 de enero de 2015

Salir de una Empresa

La próxima semana dejaré de trabajar en una maravillosa empresa que me ha enseñado mucho y a la que le debo el placer de haber alargado mi circulo de amistades enriqueciéndolo con profesionales y personas de gran valía y calidad humana. 

Una vez colocada mi renuncia comencé a cumplir lo que en Venezuela se llama en la  Ley del Trabajo  (LOTTT) "preaviso", que no es otra cosa que un tiempo durante el cual el trabajador sigue cumpliendo sus funciones para darle tiempo a la empresa de tomar las medidas necesarias para suplir la falta del empleado y hacer el traspaso de la información y los pendientes. En la anterior Ley si el trabajador no cumplía el preaviso se le descontaba una parte del dinero que recibiría por la liquidación. 

Con la actual Ley, el preaviso deja de ser obligatorio dejando a la empresa, desde mi punto de vista, desprotegida y sin ninguna herramienta para obligar al trabajador a que notifique su partida con antelación. La no obligatoriedad del preaviso, desató un debate interesante entre mis amigos y conocidos; para unos debía hacerlo, para otros no. 

Las discusiones suscitadas me hicieron reflexionar sobre lo mucho que nos cuidamos para dar una percepción correcta en las entrevistas para conseguir el cargo, sobre la importancia que le damos a nuestros resúmenes curriculares para llamar la atención del seleccionador, sobre cómo, la mayoría de los empleados, miden meticulosamente la imagen y la actitud que dan en la entrada y lo poco que se cuidan de mantenerla durante la salida estropeando, en algunos casos, el trabajo de personal branding realizado durante su estadía. 

Por todo esto decidí hacer una lista de esos MUST ("deber ser") que todo trabajador debe cumplir para cerrar su ciclo en una empresa con broche de oro:

  1. Haz el preaviso: si puedes hacerlo (si la otra empresa te va a esperar o si vas a disponer del tiempo) notifica con anticipación tu partida y cumple con un tiempo prudencial de preaviso. Un verdadero profesional trata de no dejar cabos sueltos, explica sus procesos y trata de entrenar al sustituto.
  2. Informa a tus clientes internos y proveedores: normalmente se le notifica la renuncia al supervisor y a los amigos cercanos; sin embargo, hay personas en la empresa y fuera de ella que dependen de tu trabajo, avísales que ya no estarás allí. Esto no sólo es útil para ellos, sino que a ti te ahorrará el tener que remitir nuevas solicitudes y nuevos casos a tu sustituto.
  3. Respeta las reglas y normativas de la empresa hasta el último día: aunque ya hayas renunciado, mientras estés laborando en la empresa el código de conducta y las normas que en ella rigen también son aplicables para ti y como tal debes respetarlas. 
  4. Respeta a tus compañeros de trabajo y se cordial hasta el último día: parece obvio pero para algunas personas no es así. Hay empleados que sienten que el que la relación contractual tenga fecha de término es una carta aval para decir y/o hacer lo que "siempre quisieron", eso está mal. El cambiar de personalidad tus últimos días de trabajo solo induce a pensar que la cortesía y el respeto no es uno de tus valores sino una fachada que mantuviste durante tu estadía.
  5. Envía un e-mail de estatus al final de la jornada: nada mejor que dejar por escrito y con copia a los interesados el estatus de los proyectos y/o operaciones de las cuales te ocupabas. Esto es muy útil no solo como apunte para el que te remplace, sino que además evita las "echadas de culpa" cuando tú no estés. Tus clientes internos también te lo agradecerán.
  6. Envía un e-mail de despedida: para evitar en lo posible que los proveedores y clientes internos te sigan escribiendo en tu ausencia o te llamen,  despídete por escrito. Recuerda dar las gracias individualmente a las personas que te apoyaron personal y profesionalmente.
  7. Habla con Recursos Humanos: la mayoría de las empresas piden que el trabajador dé un reporte sobre su partida, sino hazlo espontáneamente. No pienses en lo que te hicieron o en los rencores que puedas guardar, piensa en aquellos comentarios que pueden ayudar a la empresa o a personas en específico a ser mejor. Si el departamento de RRHH es cerrado y genera aprehensión tanto mejor, ya te vas de la empresa y puedes darles la oportunidad de escuchar tus sugerencias que tal vez puedan ayudar a tus antiguos compañeros de trabajo, eso sí, recuerda ser educado y hacerlas de manera respetuosa.   
  8. Limpia tu espacio: nada molesta más que recoger el desastre de otro. Ocúpate no sólo de recoger tus efectos personales y entregar los papeles y archivos que tengas en tu poder, también deja todo limpio. Bota lo que tengas que botar, regala lo que ya no quieras pero deja el espacio listo para el que te sucederá. Incluye en la limpieza tu computadora, borra los archivos personales y deja organizadas las carpetas para que la información esté accesible. 
  9. Deja tu información de contacto: no todo puede resolverse en un tiempo específico, deja la puerta abierta para que te llamen si surge alguna duda o si hay algo que no queda claro una vez que te vayas. 
  10. Despídete personalmente: así como hay que presentarse cuando ingresas, hay que despedirse personalmente cuando te vas. Esto le permite a la gente no solo desearte éxito, sino darte sugerencias, comentarios que no hayan querido o tenido tiempo de decirte. También le permite a las personas muy ocupadas enterarse en tiempo real de tu partida (tal vez lean el e-mail cuando tú no estés). Si puedes agradécele a los dueños y/o directivos por la oportunidad... hacer negocios en Venezuela no es fácil y el solo hecho de generar empleo es digno de aplausos.
Espero que mi reflexión les sirva de algo y les ayude a dejar muchas puertas abiertas... ¿alguna otra cosa que agregar?